Somos sembradores de la Buena Noticia

La pastoral marista es el vehículo para anunciar la Buena Noticia de Jesús que se ofrece para dar vida a todas las personas con especial predilección por los niños y jóvenes más necesitados.
Desde nuestra pastoral queremos formar personas al estilo de Jesús, que sean conscientes de su fragilidad y de sus posibilidades; íntegras y coherentes, que cultivan y encauzan su inteligencia emocional.
Nos sabemos Iglesia, abiertos al viento del Espíritu, como San Marcelino Champagnat. Una Iglesia fraterna, sencilla y humilde, dispuesta al diálogo y a la acogida de todas las personas.
Nuestra pastoral tiene como referente a María, maestra en camino del seguimiento a Jesús y del Sí a Dios y a su proyecto. Educamos para encarnar como ella los valores de la humildad, la sencillez y la modestia, las tres violetas maristas, tal como nos inspira nuestro fundador.

Presentamos la Buena Noticia como la visión de Jesús para toda la humanidad: llegar a toda la sociedad, buscando el bien de todos, y comprometiéndonos responsablemente con el futuro de la humanidad y de la creación de Dios.

(Tras las huellas de Marcelino 104)

La pastoral marista

Elegimos estar presentes entre los niños y jóvenes del mismo modo que Jesús estuvo con sus discípulos en el camino de Emaús, y como Marcelino estuvo con los primeros hermanos en La Valla:

  • respetando su conciencia y su ritmo de entender las cosas;
  • compartiendo con amor sus preocupaciones;
  • caminando a su lado como hermanos y hermanas, acompañándolos, animándolos a dialogar y a abrirse al encuentro con el Dios de la vida en todas las situaciones;
  • desplegando gradualmente ante ellos la riqueza y la relevancia de la visión transformadora que tiene Jesús de la humanidad y del mundo.

 

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